Reducir las emisiones de CO2 responsables del calentamiento global es uno de los principales retos a los que nos enfrentamos como sociedad.
Desde la agenda 2030 de la ONU hasta las políticas nacionales de protección medioambiental, cada vez es mayor la inversión en energías que reduzcan las emisiones de CO2 en todo el mundo.
¿Conoces la importancia de la energía fotovoltaica a la hora de cumplir con estos objetivos?
Razones por la que las emisiones de CO2 son perjudiciales para el planeta
Seguro que esto ya lo has escuchado antes pero las emisiones de CO₂ son las principales responsables del efecto invernadero.
El efecto invernadero puede definirse como un proceso de absorción y emisión de radiación infrarroja que la atmósfera de nuestro planeta realiza de manera natural.
Además del dióxido de carbono, otros gases responsables del efecto invernadero son el vapor de agua, el metano y el ozono.
El efecto invernadero, que siempre se relaciona con la contaminación y sus peligros, no es en sí algo negativo. De hecho, se trata de un proceso necesario sin el que la Tierra estaría muy fría, y se congelaría toda el agua del planeta.
El problema es que, cuando la cantidad de CO₂ en la atmósfera es demasiado elevada, se produce una rotura del ciclo del carbono y un desequilibrio en los ecosistemas debido a la imposibilidad de absorber tanta radiación, lo que supone un aumento de la temperatura global.
En pocas palabras, el problema no es la presencia de CO₂ en la atmósfera, sino el exceso del mismo provocado por la actividad humana.
La descarbonización y el reto del cambio climático
La emisión y absorción del CO₂ a través de los ecosistemas y procesos propios de la naturaleza es constante: los árboles, océanos y microorganismos lo absorben, mientras que los humanos y otros procesos químicos naturales lo emiten.
Durante siglos, esta situación ha sido de equilibrio. Sin embargo, la llegada de la revolución agrícola, primero, y la revolución industrial, después, han provocado una ruptura de este balance.
Esto se debe, en gran parte, a que la quema de combustibles fósiles ha liberado un exceso de gases a la atmósfera, provocando un aumento de las temperaturas y, en consecuencia, un cambio climático acelerado.
El famoso gráfico de Ed Hakwins ilustra, de forma clara y precisa, cuál ha sido el incremento de la temperatura del planeta desde la revolución industrial, y nos sitúa ante un escenario en el que el futuro del planeta depende únicamente de nuestras acciones y nuestra capacidad para reducir este tipo de emisiones y evitar su concentración en la atmósfera.
Según los informes del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, en inglés), la humanidad libera cada año alrededor de 51 mil millones de toneladas de CO₂, lo que supone un gran problema si queremos limitar a 1,5 °C el aumento de la temperatura media global.
Nos encontramos, por tanto, en un punto de inflexión con un objetivo claro: reducir las emisiones de CO₂.
Energía fotovoltaica y reducción de CO₂
La clave para reducir drásticamente las emisiones de CO₂ es la transición energética hacia un modelo más eficiente y sostenible, que nos ayude a avanzar en el camino de la descarbonización.
Uno de los principales medios para conseguirlo es apostar por las energías renovables. Entre ellas, la energía fotovoltaica cuyos beneficios son considerables:
-
La energía solar no requiere el uso de ningún tipo de combustible, ya que se basa en un sistema tecnológico que transforma la radiación del sol en electricidad.
-
El sol es una fuente de energía gratuita e inagotable. La inversión inicial realizada en una instalación fotovoltaica se amortiza en poco tiempo, siendo una opción muy rentable tanto a nivel doméstico como industrial.
-
Durante la generación de electricidad con paneles fotovoltaicos no hay emisiones nocivas de gases de efecto invernadero ni de ningún otro tipo de contaminación ambiental, por lo que este tipo de energía se considera limpia y respetuosa con el entorno.
-
Si la instalación fotovoltaica se conecta a la red, el usuario puede recibir una compensación de la compañía eléctrica suministradora por los excedentes de energía que no haya consumido. Desde Tramiting te facilitamos esto con nuestra recomendación de tarifas.