Desde hace meses, muchas empresas en España —especialmente medianas y grandes— vienen recibiendo notificaciones y alertas sobre los nuevos requerimientos de cálculo y reporte de huella de carbono. Para algunas, esto ha supuesto una reestructuración interna; para otras, una formalización de procesos que ya venían implementando de forma voluntaria.
En cualquier caso, la normativa de huella de carbono España está dejando de ser una recomendación para convertirse en una obligación regulada. Más allá de cumplir con la legislación, estas medidas exigen a las organizaciones mayor trazabilidad en sus operaciones, una mejor gestión de sus datos ambientales y decisiones más alineadas con los estándares nacionales y europeos.
La adaptación no es inmediata, pero es inevitable. Y anticiparse puede ser la diferencia entre reaccionar con prisas o planificar con solidez.
¿Cuál es el objetivo de esta legislación?
El principal objetivo de la legislación de huella de carbono 2025 es claro:
Crear un registro nacional que permita calcular, compensar y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Este registro incluirá no solo los datos de emisiones, sino también proyectos de absorción de CO₂ y estrategias de reducción a largo plazo.
Con esto, España alinea sus políticas de emisiones carbono con los objetivos europeos, estableciendo estándares más rigurosos para las empresas que operan en su territorio.
¿Quiénes están obligados a cumplir con esta normativa?
La regulación de emisiones industriales en España ya no está limitada a grandes fábricas. Según la normativa:
- Eventos con más de 1.500 asistentes.
- Empresas con más de 250 empleados.
- Compañías de interés público.
- Organizaciones con activos consolidados mayores a 20M€ o facturación de más de 40M€.
- Pymes que trabajen con empresas obligadas a calcular su huella (alcance 2).
Además, algunas comunidades autónomas como Islas Baleares, Navarra, Comunidad Valenciana, País Vasco y Andalucía han implementado leyes específicas que extienden esta obligación a empresas con más de 50 empleados, sectores agrícolas, ganaderos y consumidores energéticos intensivos (como los que superan 1 GWh/año).
Obligaciones clave para las empresas
El marco normativo establece criterios diferenciados según el tamaño, la actividad y la localización de la empresa. Sin embargo, todas las organizaciones que superen ciertos umbrales de empleados, facturación o actividad deben atender lo que ahora son considerados requisitos mínimos de sostenibilidad operativa.
Estas obligaciones no solo tienen un enfoque correctivo (como la reducción de emisiones), sino también preventivo y estratégico: permiten a las empresas conocer mejor sus impactos, planificar mejoras, acceder a oportunidades de financiación o licitación, y anticiparse a futuras exigencias comunitarias o sectoriales.
La nueva legislación de huella de carbono 2025 establece tres ejes clave de cumplimiento:
1. Cálculo anual de la huella de carbono
- Obligatorio para empresas con más de 250 empleados (alcances 1 y 2).
- Alcance 3 será obligatorio en el sector público desde 2028.
- Voluntario para pymes, aunque muchas lo adoptan por exigencia de sus clientes o por política interna.
2. Plan de reducción de emisiones
- Debe tener metas a más de 5 años.
- Para muchas organizaciones, se convierte en un plan estratégico de mejora continua.
3. Publicación de resultados
- Desde 2026 será obligatorio publicar la huella y el plan de reducción en la web antes de julio.
- Este paso añade transparencia y reputación a las empresas que lo cumplen.
Registro y verificación: qué debes saber
El registro en el MITERD (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) es voluntario en la mayoría de los casos, pero altamente recomendable para empresas que quieran demostrar compromiso y diferenciarse.
La verificación será obligatoria si una empresa se registra y publica factores públicos, especialmente cuando se incluye el alcance 3.
En eventos masivos, la verificación también se exigirá si superan los 1.500 asistentes presenciales.
¿Qué oportunidades ofrece esta regulación?
Aunque pueda parecer restrictiva, esta política de emisiones carbono en España abre la puerta a nuevas oportunidades:
- Innovación en procesos y eficiencia energética.
- Acceso a licitaciones públicas y subvenciones.
- Mejora de reputación ante clientes, inversores y talento.
- Alineación con normativas internacionales y ventajas competitivas.
¿Qué puedes hacer desde hoy?
Si estás en el sector privado o público, y especialmente si estás en alguna de las regiones con regulación propia, comienza con estos pasos:
- Evalúa si tu empresa entra en las categorías obligadas.
- Realiza un primer cálculo voluntario con herramientas certificadas.
- Diseña un plan de reducción realista, con apoyo técnico si es necesario.
- Publica tus avances de forma clara en tu web o informes de sostenibilidad
¿Listo para adaptarte a la nueva normativa?
Empieza hoy con el cálculo de tu huella y convierte la obligación en una ventaja competitiva.
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