En el mundo de la sostenibilidad, términos como carbono neutral y carbono zero (o neto cero) suelen utilizarse para referirse a la reducción de emisiones de carbono. Sin embargo, aunque ambos conceptos comparten el mismo objetivo de combatir el cambio climático, sus enfoques son diferentes. Aquí te explicamos las diferencias clave entre ellos y por qué ambos son importantes para lograr un futuro más sostenible.
¿Qué es carbono neutral?
El término carbono neutral se refiere al equilibrio entre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que una empresa, individuo o actividad genera y las que se compensan. Esto se logra a través de la compra de créditos de carbono o inversiones en proyectos de reforestación o captura de carbono.
Por ejemplo, una empresa que no puede reducir todas sus emisiones puede optar por compensar las emisiones restantes financiando proyectos que eliminen la misma cantidad de CO2 de la atmósfera. De esta manera, aunque la empresa sigue emitiendo, se considera «neutral» en carbono.
¿Qué es carbono zero (neto cero)?
El concepto de carbono zero (también conocido como Net Zero) va un paso más allá. Este término implica que una entidad no genera emisiones de carbono o las ha reducido a prácticamente cero sin la necesidad de compensaciones. En lugar de depender de créditos de carbono, las empresas y organizaciones que buscan alcanzar carbono zero se centran en eliminar completamente las emisiones a través de cambios profundos en sus operaciones, adoptando energías renovables y tecnologías limpias.
El objetivo de alcanzar carbono zero está alineado con el Acuerdo de París, que establece que para 2050 se debe alcanzar una reducción drástica de las emisiones a nivel global.
Beneficios de carbono neutral y carbono zero
- Carbono Neutral: Este enfoque es más accesible y flexible, ya que permite a las empresas seguir emitiendo CO2 mientras compensan esas emisiones mediante la compra de créditos de carbono o invirtiendo en proyectos de reforestación y energías renovables. Las empresas pueden compensar las emisiones difíciles de eliminar, lo que las ayuda a mostrar un compromiso con la sostenibilidad de forma inmediata. Sin embargo, depender de la compensación en lugar de reducir directamente las emisiones no siempre aborda el problema de raíz, y puede ser visto como una medida temporal
- Carbón Zero: En cambio, el objetivo de carbono zero implica la eliminación total de emisiones, lo que requiere una transformación profunda en los procesos productivos. Lograr cero emisiones netas suele implicar la adopción de tecnologías innovadoras, como el uso de energías limpias y la mejora de la eficiencia energética. Aunque es un reto mayor, el impacto a largo plazo es más significativo y está alineado con los objetivos globales de descarbonización para el 2050. Además, alcanzar carbono zero puede generar ventajas competitivas a medida que los consumidores y reguladores exigen mayores compromisos de sostenibilidad.
Tanto el carbono neutral como el carbono zero representan pasos importantes hacia la sostenibilidad ambiental, pero cada uno tiene un enfoque distinto. Mientras el carbono neutral permite compensar las emisiones inevitables mediante proyectos de reforestación o créditos de carbono, el carbono zero busca eliminar completamente las emisiones a través de tecnologías limpias y energías renovables. Ambos enfoques son vitales para mitigar el impacto del cambio climático, y aunque el objetivo final es alcanzar emisiones cero, el camino hacia la neutralidad de carbono sigue siendo una opción valiosa para muchas organizaciones en transición.
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